vocales

Hay gente que es idónia para realizar sus tareas cotideanas. Pongamos el caso de un cameonero que transporta eficientemente los matereales entre ciudades a bordo de su cameón. O de un cantante que entona correctamente una canceón de principio a fin.
Pero después tenemos pereodistas que ya idónios idónios para escribir no son y hace que nos peliemos con su grémeo.